09 de febrer 2008

Yunnan, la ruta y el año nuevo

Hoy dia 9 de febrero a las 21 horas un autocar con camas nos llevará unas 10 horas hacia el sur(por de 16 €), a una ciudad llamada JingHong, la capital de la comarca de Yunnan más cercana a Laos. Después de 5 meses en Beijing y 2 semanas viajando 3000 km més abajo lo que vamos buscando ya no son templos ni arroz tres delicias, son los restos y las mezclas con cualquier otra cultura. En Qingdao fuimos a ver lo que la colonia alemana habia dejado unos 100 años atrás y en Xian nos dedicamos a explorar el barrio musulmán.


Aunque tambien vamos en busca de algo diferente, dentro de la misma china, lo que sea, pueblos, barrios, gentes, tiendas que por una vez no sean una repetición de si mismos y de momento no han habido grandes sorpresas.


Dicen que la comida de Sichuan es la más picante de toda China y que incluso platos sichuaneses fuera de la provincia no llegan a la mitad de picantes, porque nadie lo soporta. Todos los platos que vi en Chengdu, la capital de Sicuhan, iban regados con/bañados en/cocidos en algo a lo que ellos llaman aceite rojo, lo mas parecido a sangre fresca hirviendo en una olla. Es alrededor de 50% aceite y otras muchas especias y 50% guindilla roja y reluciente. El resultado es en Sichuan mucho mas denso y con mas fragancia que en el resto del país.


En cuanto a Yunnan y a la ciudad a la que vamos, dicen los libros que el clima es tropical, cosa que tambien andamos buscando resentidos por las temperaturas bajo cero y las nieves que nos han estado persiguiendo.


En el mapa he dibujado la ruta de lo que llevamos de viaje, hemos calculado haber pasado unos 5 días en total dentro de trenes y el resto andando de arriba abajo. Nunca pense que tendría que usar el Paint en lengua china pero ahora agradezco haber pasado tantas horas de pequeña explorando los menús.
Año Nuevo Chino o Festival de Primavera
El calendario chino coincide con el nuevo que marca la Luna. El calendario polítíco que se usa aquí es exactamente el mismo que tenemos nosotros, pero para sus adentros y en cuanto a las celebraciones los chinos siguen si calendario muy a rajatabla. De hecho los calendarios escritos incluyen la fecha lunar justo debajo de los números de los días.
Este año 2008 ha empezado pues el 7 de febrero y la berbena de fin de año es una de las fiestas que se celebran más a lo grande. Las famílias se reúnen, se visten con los ropajes tradicionales de cualquiera que sea su etnia (hay unas 55 minorías étnicas en china) y montan banquetes infinitos de comidas deliciosas. Cuelgan amuletos de buena suerte, siempre rojos, en todas las puertas, lámparas de esas redondas y dibujos del animal que corresponde al año sieguiente. Hay 12 animales distintos y el del 2008 és el ratón, que es el primero de los 12 y es el de todos los que vayan a cumplir 24 años durante los próximos 12 meses como por ejemplo yo. Dicen que cuando le toca a tu animal es precisamente para ti un año de mala suerte y para evitar esa mala suerte los chinos atribuyen al color rojo cualidades protectoras (por su similitud con el fuego y la protección frente a animales feroces). Por eso caminando por la calle, el 50 % de los anoracs de plástiquillo que lleva todo el mundo sin miedo a parecer ordinario, son rojos.
A efectos practicos lo que sucede en el año nuevo es que por unos días en el año las tiendas cierran y las ciudades se convierten en fantasmagóricas. A parte de eso, por cuestiones logísticas, el paso al nuevo año lo pasamos en la cama del tren de Chengdu a Kunming y no hubo celebración alguna, a pesar de mis grandes espectativas acerca del gran día.
El chino, el alemán, el inglés y el catalán se me mezclan al intentar escribir esta entrada en castellano para todos los hispanohablantes que normalmente imagino no entenderían nada de nada a los que dedico esto y agradezco por leerme y seguirme :) Incluso las lenguas maternas (y paternas) hay que practicarlas de vez en cuando.
Hasta pronto y un abrazo!

1 comentari:

Anònim ha dit...

Avui ja és dia 10 i per tant ja deveu ser a Kunming ben vestits de vermell, tal com toca. Aquí encendrem un fanalet, per si de cas!

M.